El siguiente ejemplo nos muestra la unión científica y porque no decir mística del asunto. El denominado «El hombre más feliz de la Tierra«: un experimento de neurociencia realizado por la Universidad de Wisconsin en EE.UU. a Matthieu Ricard anteriormente biólogo molecular y en la actualidad monje budista y asesor del Dalai Lama. En esta investigación científicos llevan años estudiando el cerebro de Ricard siendo sometido a constantes resonancias magnéticas nucleares, en sesiones de hasta tres horas de duración.
Su cerebro fue conectado a 256 sensores para detectar su nivel de estrés, irritabilidad, enfado, placer, satisfacción y así con decenas de sensaciones diferentes. Obtuvo una nota inalcanzable en el estudio sobre su cerebro asociado a una felicidad plena. Entre otros aspectos Ricard siguiendo los preceptos budistas como comentamos al principio, desarrolla y practica la meditación además de la compasión. Ver vídeo con el divulgador Eduard Punset su idea de meditar y beneficios asociados.
El propio Dalai Lama en su libro The Art of Happiness, nos comenta como los países orientales como por ejemplo India o Tíbet donde el sufrimiento esta más presente, es aceptado como una parte más de la vida a pesar de sus privaciones. A parte tienden a practicar de manera más habitual la meditación con niveles de felicidad más altos que en países occidentales donde el sufrimiento se trata de evitar y sólo nos centrarnos en los aspectos positivos y materialistas de la vida provocando por ejemplo aumento de neurosis y otros trastornos psicológicos por no aceptar una parte indisoluble a nuestro recorrido vital. Igual que existe y está presente la felicidad en nuestra vida, también existe el sufrimiento y con esta dicotomía, con este «yin y yang» debemos vivir, aceptarlo y realizarnos plenamente o por lo menos intentarlo.
Referencias bibliográficas
- Cutler, H.C. (1998). The Art of Happiness. Coronet Books. Hodder & Stoughton. London. U.K.